Luis Feito López (Madrid, 1929 – 2021) nace en el seno de una humilde
familia de carniceros. Tuvo una dura infancia debido a la Guerra Civil y a
los duros años en el Madrid de la posguerra.
Sintió una vocación religiosa y tras la realización de unos ejercicios
espirituales ingresó en el seminario. Allí permaneció durante un año y
medio con la intención de ingresar en el noviciado jesuita.
Sus padres nunca aprobaron esta situación e hicieron lo posible por
impedirlo. Sólo el paso del tiempo y la pérdida de su fervor religioso le
hicieron desistir.
Desde niño había mostrado una afición por el dibujo y pintaba
regularmente acuarelas. Sus primeras lecciones fueron con Manuel
Mampaso, pintor que se convertiría en ilustrador del periódico ABC. Tales
fueron los progresos en su taller que le animó preparar la prueba de
ingreso a la Academia de Bellas Artes en el año 1949 matriculándose en
la Escuela de Artes y Oficios.
Una vez constatada su verdadera vocación, abandonó definitivamente
su formación espiritual y compaginaba las lecciones de arte con el
trabajo en el negocio familiar.
En el verano de 1950 se dedicó a copiar las imágenes clásicas del Museo
de Reproducciones Artísticas, lo que le permitió superar la prueba de
dibujo e ingresar en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Allí
desarrolla un estilo figurativo, que abandonará pronto por
experimentaciones cubistas próximas al estilo de Daniel Vázquez Díaz
para finalmente adentrarse de lleno en la abstracción desde el año 1953.
Realiza su primera exposición en la Galería Buchholz, quizá el centro
artístico más moderno del Madrid de los años 50, cuando ni siquiera
había terminado el último curso de la Academia, ya que pretendía
solicitar una beca que ofertaba el Instituto Francés de Madrid para viajar
a París y necesitaba haber celebrado al menos una exposición.
En 1954 finaliza sus estudios y ejerce de profesor de dibujo en la misma
Academia de San Fernando. Realiza su segunda exposición en la recién
inaugurada Galería Fernando Fe de Madrid, donde expone únicamente
obra no figurativa.
En 1955 abandona la docencia y se traslada a París gracias a una beca
del gobierno francés, una bolsa de viaje otorgada por el Departamento
de Cultura de la Delegación Nacional y unos ahorros conseguidos con la
elaboración de unos murales en el Hotel Washington de Madrid.
Allí entra en contacto con otros artistas de vanguardia y conoce las
novedades que se están desarrollando fuera del ambiente opresor de la
España franquista. Su obra de estos años está muy influida por la pintura
matérica y por el automatismo.
Ese mismo año realiza una exposición en la Galería Arnaud de París y
vende algunas obras que le permiten seguir adelante. Participa en la I
Bienal del Mediterráneo celebrada en Alejandría, donde obtiene el tercer
premio, que será su primer gran éxito internacional.
A pesar de vivir en París y tener la intención definitiva de establecerse en
la ciudad, mantiene un contacto permanente con el panorama cultural
español y con los amigos de sus años en la Academia de San Fernando.
Así, en 1957 funda el grupo El Paso junto a otros artistas como Rafael
Canogar, Manolo Millares o Antonio Saura entre otros. Durante esta
época desarrollará una pintura informalista de carácter matérico, con
mezcla de arena y óleo y en las tonalidades habituales en este estilo:
blanco, negro y ocres.
Es seleccionado para participar en la IV Bienal de Sao Paulo en el año
1957 y al año siguiente en la XXIX Bienal de Venecia, con un rotundo éxito
de todos los pintores españoles, que les llevaron a exponer en el año 1960
en el MoMA y en el Museo Guggenheim de Nueva York.
En 1962 introduce el color rojo y estructuras circulares, que serán el
primer paso para el nuevo lenguaje abstracto que desarrollará en la
década de los 70. Su obra sufre una clara reducción formal, tendente a la
geometría, con composiciones sencillas y aplicación del color en planos.
Se advierte una cierta influencia oriental y sobre todo del arte japonés.
En 1981 se traslada por dos años a Montreal y después se establece en
Nueva York hasta la década de los 90. Desde entonces alternas estancias
entre España y Estados Unidos.
En 1985, el Estado Francés le nombra Oficial de la Orden de las Artes y las
Letras de Francia y en 1993 Comendador de la misma Orden. En 1998
obtiene la Medalla de Oro al mérito de las Bellas Artes; en 2004, el premio
de Bellas Artes de la Comunidad de Madrid; el Francisco Tomás Prieto de
2005; y el Nacional de Arte Gráfico de 2018.
Sus obras están expuestas en los mejores museos nacionales e
internacionales.
Falleció el 7 de febrero de 2021 en Rascafría por complicaciones
derivadas de la COVID-19.